El yogur y el kéfir son alimentos ricos en probióticos y excelentes fuentes de bacterias beneficiosas y proteínas. El resultado de su consumo es una mejoría en las defensas del organismo y en la digestión. Así son nuestros productos. ¡Más salud y bienestar!
El kéfir es una leche fermentada rica en bacterias y levaduras probióticas que mejoran la flora intestinal, previene molestias digestivas y fortalece el sistema inmunológico. Desde tiempos muy antiguo se considera un “elixir de vida” pues se cree que proporciona longevidad al consumirse con frecuencia.
Se denomina kéfir tanto a los gránulos con los que se fermenta la leche como al producto resultante, también se le conoce como yogur búlgaro, yoca, yogur de pajaritos, leche kefirada o búlgaros.
Es un excelente postre lácteo al alcance de todos, rico no solo en bacterias beneficiosas, también en calcio, proteínas y vitaminas.
Consumido durante miles de años.
El valor nutricional del kéfir lo convierten en un remedio natural sin efectos secundarios adversos. Es rico en vitaminas del grupo B (B1, B5, B9 y B12, biotina) y vitamina K. Aporta minerales, especialmente el calcio, magnesio y fósforo, además de aminoácidos esenciales, lo que beneficia nuestra salud permitiéndonos alcanzar una agradable sensación de bienestar.
¡Es una bebida sin igual! Únete a las personas que utilizan este maravilloso producto diariamente, decídete a mejorar tu salud y estado de ánimo de manera fácil y rápida.
El kéfir está asociado a una serie de poderosos beneficios para la salud, por eso incorporarlo a tu dieta es una sabia decisión que no debes tardar en tomar. Sus múltiples propiedades reportan mejoras del metabolismo y en el sistema cardiovascular, regula los niveles de glucosa y lípidos en sangre, además de poseer propiedades antioxidantes y anti-envejecimiento.
Es una fuente excelente de calcio y vitamina K2, ambos nutrientes esenciales para mantener una óptima salud ósea y retrasar el desarrollo de la osteoporosis.
Un probiótico único del kéfir, el Lactobacillus kefiri, es capaz de impedir el crecimiento de bacterias dañinas como la como la H. Pylori, la Salmonella y la E. coli.
Las vitaminas y minerales presentes en el kéfir son favorables para fortalecer el sistema inmunológico y expulsar las toxinas del organismo.
Las reacciones alérgicas son provocadas por las respuestas inflamatorias que se producen contra sustancias medioambientales inofensivas. El kéfir elimina esas respuestas mejorando los síntomas de alergia y asma.
Equilibra la microbiota intestinal, lo que reduce los niveles de endotoxinas y mejora la comunicación entre el cerebro y el intestino, favoreciendo una bajada de la presión arterial.
Algunos estudios realizados han demostrado que sus probióticos pueden reducir la formación de compuestos carcinógenos e inhibir así el crecimiento de tumores.
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